La madrastra Victoria Vargaz es atrapada robando en una tienda y termina teniendo sexo con el guardia pervertido

Victoria Vargaz está siendo grabada robando en una tienda, siendo observada por un guardia de seguridad mirón. En lugar de ser castigada, recurre a la tarjeta final en la manga: seducción para evitar el castigo. Al guardia no parece importarle en absoluto que haya interrumpido sus cargos durante su almuerzo.